Cuatro destinos alucinantes que no son Machupicchu

Porque Perú es un país milenario con grandes ecosistemas y evidencia de su pasado precolombino

Choquequirao (Cusco)

En las alturas de una montaña, entre los departamentos de Cusco y Apurímac, se encuentra el parque arqueológico de Choquequirao. Sus andenes, plazuelas, recintos y muros poseen varias de las características de la arquitectura e ingeniería incas que el mundo también reconoce en Machupicchu. Según los arqueólogos, fue el símbolo más genuino de la resistencia incaica: la ciudadela donde se refugiaron en 1572 frente al avance de los conquistadores. Fue ideada dentro de un sistema de asentamientos y ciudades andinas, que se articulaban por una red de caminos.

Kuélap (Amazonas)

Es la más famosa de las construcciones que edificaron, en su momento, los miembros de la cultura Chachapoyas. Ellos construyeron muchas de sus ciudadelas en locaciones recónditas, difíciles de acceder, en lo alto de una quebrada, al borde de un precipicio, en medio de la espesura de un bosque, como una manera de protegerse de los invasores. En total, el complejo se extiende sobre unas siete hectáreas, dominado por construcciones circulares que parecen torreones. Hoy, se puede ascender hasta Kuélap gracias a un moderno teleférico.

Ciudad Sagrada de Caral (Lima)

Se empezó a construir en el año 3,000 a.C. Esto la convierte en la ciudad más antigua del continente americano, contemporánea a las civilizaciones primigenias de Egipto y Sumeria, por ejemplo. La presencia de edificios monumentales, como pirámides, plazas circulares y fogones para ofrendas son reflejo de una sociedad organizada en torno a un culto común sobre una superficie de más de sesenta hectáreas. Así lo ha defendido la arqueóloga Ruth Shady, quien inició sus investigaciones en Caral en la década de los noventa.

Complejo Arqueológico El Gran Pajatén (San Martín)

Se ubica entre las regiones de La Libertad y San Martín, a 850 metros sobre el nivel del mar, entre los ríos Marañón y Huallaga, dentro del Parque Nacional Río Abiseo, el área natural protegida más extensa del país. Cuenta con aproximadamente dieciocho edificios circulares, construidos por los Chachapoyas, durante los años 1200 a 1500. Dichas construcciones mantienen el estilo arquitectónico de Kuélap, aunque el musgo y la vegetación cubra gran parte de sus muros y escalinatas. Hoy se están realizando trabajos para habilitar el ingreso de turistas, que lo conviertan en un nuevo atractivo arqueológico del país.